En búsqueda de la verdad
Pensé muchas fotos para representar que es la búsqueda de la verdad, encontré quizás más de un ejemplo, pero esta foto es la que decidí elegir.
Porque cuando uno no investiga, no busca y se aventura, solo conocemos un extracto, una parte de la verdad y nos construimos una idea con base en ello. Tenemos que salir, no conspirar ni construir basándonos en suposiciones.
Muchas veces sucede lo que pasa con esta ventana. Este rincón de mi casa me encanta, cada vez que subo la escalera lo veo y me fascina el contraste del blanco del living con las plantas de afuera, aquellas al costado de la casa que gozan de un poco más de libertad para crecer como quieren; pero, la realidad es que esta selva del otro lado es mucho más inofensiva e incluso cuenta con algunas hojas secas.
La verdad muchas veces desilusiona, pero no porque es fea, sino porque no es lo que creíamos. Ahora, ¿Es culpa de la verdad o de nosotros que decidimos construirla desde la comodidad de nuestra imaginación?
Si nos conformamos con verla desde la ventana, aunque nos esforzamos, nunca la vamos a poder apreciar entera, nunca la descubriremos.
Por eso, la foto que elegí para representar la búsqueda es una foto mirando con distancia, como si estuviera tomando carrera para correr y atravesar la ventana. Porque no lo vamos a negar, a veces vivir en la ignorancia no es porque queramos, es porque nos da miedo la realidad, necesitamos un empujón.
Yo siempre digo que prefiero conocer la verdad, aunque esta sea fea y me lastima, que vivir en una mentira. No me sirve estar cómoda si todo lo que hago, construyo, siento y experimento es realizado sobre una base inestable, porque la mentira tiene patas cortas y la verdad, como la naturaleza, hace propio todo aquello en lo que se asentó.
En conclusión, para mí la búsqueda de la verdad es aventurarse, no quedarse en la comodidad de un living.
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